
Denver, el perro que bajó del bus
27 octubre, 2022Hace algunos días se popularizó un video en Twitter de un perro bajando de un bus para luego entrar a un local comercial:
Diario Expreso de Guayaquil, amplió la información con un reportaje de Denver, el perro que bajó del bus.

Aunque parezca curioso y posible solo en una película de ficción, es real. Esta mascota fue tan ‘sabida’ que salió de su hogar para pasearse y moverse en transporte público hasta el negocio de sus dueños.
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La historia es interesante porque al parecer no es la primera vez que hace eso, a continuación los detalles:
Luego de darse un tiempo de ‘relax’ fuera de las cuatro paredes de su casa, terminó con el reconocimiento a su andanza. Sus dueños, la familia Sanga Shigla, se ríen sabiendo que su can es famoso.
“No es la primera vez que hace eso”, dijo Gladys. Ella maneja un almacén de insumos veterinarios junto con su esposo, Nicolás, en la calle Padre Cayetano Tarruell, en Los Esteros, donde Denver precisamente se bajó.
El can hace más de un mes salió de su vivienda, a unas cuadras del local en Los Esteros, y empezó a seguir a una vecina que llevaba a sus dos perritas hasta el bus que ella tomaría para ir al trabajo. Subió al articulado con la señora y se sentó junto a ella, pero el paseo esa vez no le duró mucho, porque la conocida supo que lo tenía que dejar en el negocio de la calle principal (Padre Cayetano Tarruell) al notar que la seguía. Así es como todos se enteraron de que su familia atendía ahí y que, claro, esa era su parada.
Según Nicolás, esa fue la primera ocasión en que Denver, nombrado así por un personaje de ‘La casa de papel’, llevó a cabo su locura. La del video fue la segunda vez que la familia supo de los viajes gratuitos del can
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En esa ocasión Glenda Avilés, quien labora como controladora de la línea 16 al pie del local de los Sanga Shigla, vio que de la unidad se iba a bajar Denver, por lo que, a manera de broma, le consultó al conductor si el can le había pagado el pasaje. “Él me dijo que no sabía en dónde se le había trepado, pero que había sido por la puerta de atrás, porque el sensor le marcó con la cola”, contó.
El conductor Luis Morán le comentó que paró allí porque era lo correcto. “Me dijo: ‘Tuve que pararle para que bajara bien y no le pasara nada”, explicó Glenda. Mientras que para el mismo Morán, no es ninguna molestia. “Son animalitos indefensos (…) Si tuviera que pararle otra vez, igual lo haría. Y lo dejaría ahí, en su negocio”, confesó entre risas.
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